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11 de diciembre de 2011

¿Y qué hay ahora de ese al que tanto amabas? ¿Ya lo olvidaste? El amor de los jóvenes no habita el corazón sino los ojos. Cuántas lágrimas por él, y cómo lavaron tus claras mejillas. Cuánta agua salada vertida inútilmente por un amor que ya no sabe a nada ¿Por qué el amor parece tan dulce en apariencia y si se prueba tan tirano y cruel? Y sí, ella posee la riqueza de lo bello, pero es pobre, porque todo cuanto tiene con ella ha de morir. Pues porque para el amor no hay límites de piedra y lo que el amor puede lo debe intentar el amor. Si alguna vez fuiste tú mismo, si los suspiros eran tuyos, tú y tus suspiros eran para mi, y ahora has cambiado

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